Primicia: 2 POEMAS REVÉS/ENVÉS DE CARLOS BUENO VERA







REVÉS/ENVÉS: 11. (…pudiera[1]…)



De dos partes compuesto[2],
de dos partes. Das
al tamaño ocasión.
Lugar del alcance; llegada
como cubierto en torpeza,
recubierto de alcance[3]                      de llegar
                                                                                              a decir, ay,
                                                                                              llegar
al espacio tribulado[4], pleno.
Si se quiere vaciar,
hágase posible,
fuera probable.
Custodia del objeto, de las voces lejanas.
Encubierto en lejanía[5]                       en lamento,
                                                                                              ay, tanto
                                                                                              lamento
que suenen los pasos, cuajados[6].
Fuera una vibración,
de signo a signo, de poste a poste,
son de sí
transparentes desde sí; una vibración[7] de
profundidad, siguen
transparentes[8] sino signos.
Figuras todas de una tribulación
que ocurre ineluctable.         Ay, los sueños, los sueños,
(ay, esa suerte[9])
de los que los tuvieron,
                                                           ay, de tanto lamento.
Labra[10] el oído al pensamiento,
labra el oído a la visión. Y no puede ver.
Fueron una vibración
que sólo oye[11]
el alma profunda transparente.                    Oye sino ve, que ya vale. Rueda[12]
visto, camina oído; ruede el ojo,
vacío, sabe vacío, sobre vacío.
Siempre hace llegar.
Suenan al llegar,
            suenan las flautas[13] por lo transparente,
   todo lo vivo, lo móvil
            jadeante vino al misterio emplumado,
vierte[14],
hábil,
vierte.























REVÉS/ENVÉS: 12. (…al…)


Un peligroso signo
de lo que no se entiende porque no se repite.
Aníbal Núñez


Repite hacia, invariable; caído de ruido,
es todo lo que es, de dirección
dirigido; porque si la palabra recoge para sí
carga de esa opción; caída en
ruido para poner delante para ver,
sin más, la materia de caída,
la materia caída para ver cuerpo:

            desolar, la imprevisible
de impensable
            que desea ser, desde
el desvío que rememora,
que reconoce ser
            para sí, que es el
repicar; toma esa parte
            del retiro, esta polifónica
parte de la mano;
            retumba de anomalía,
de su sonido estanca
            y repica asombrada de
no partir ni llegar,
            vive sin partida ni
llegada, varia,
            pero adquiere y
queda en sitio;

casi pudiera ser que midiera; errando mide, casi mide
abultado de ruido, más abultado de cuerpo que
de cuerpo propio, más ruido que caída –acaso sin
las dos cosas– porque todo está ahí ya en la materia,
manipulando cascotes, generado al manipular,
y poco más, poco más hay ahí; quizá retumbe, quizá
la materia ahonde en su ruido:

alzado de la palabra,
retumba; si transitoria
retumba; errado por
los pasos, alzado
o levantado, quiere
ser alzada la palabra
más allá del ruido; y si
surge y se levanta,
sucumbe
de ruido;

recita la anomalía, insiste, recita su sonido y

            alza una faz; alza
una parte que
            en oposición mira
a su opuesta;
            de estruendo en
sucumbido;

de la palabra que observa surge,
germina; y trata
de ser pleno, trata de ser que fuerza,
fuerza en alto, arriba; repite desde,
variada; mancillado de sí mismo,
en repetición retumba al despedir:

            que sea relevo, que
sea desmán,
            un desorden
recordado; y
del que asoma
un cordaje,
un nudo de exceso,
            materia varia, caída,
decaída y recaída;
            separada de lo que
no es; lo contrario
            a su sonido, a su sitio,
a su cerco de ruido;

o acaso al; al desorden su cordaje; al freno
su caída, de caso forzada, de débil forzada
y su materia de retumbe; de remolque,
de reunido ruido, golpeado antes de;

            golpe antes de levantar;
            golpea este sediento
                                               repicar;
            y de golpe está antes de
            vaciarse de golpes y más

para llegar siempre a su alzado,

para llegar a su ser.



[1] “ese decir palabras sin sentido / que ruedan como oídos”, V. Aleixandre, o “Suenen mis ojos, canten con repetidas lágrimas”, J.-M. Ullán.
[2] manos tocadas, entroncadas, fijas en dos
[3] mide la actividad, camina y reza
[4] diciendo bronce sobre la arena, abanico sobre el aire
[5] tomada la leche plateada, la mirada de la repetición
[6] de nieve atesorada y de atención
[7] esperando que algo te encuentre
[8] esperando, algo te encubre
[9] los desilusionados comen juntos, fornican juntos - y se lamen
[10] encendiendo velas, preñado de futuro
[11] espalda o piel del olvido
[12] que no es sucesión sino mentira
[13] vida al muerto, sorbiendo su semblanza
[14] permitir los pedazos sobre uno

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