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| annie leibovitz |
I
La proyección de un
cuerpo vacío
A penas rosa mi mejilla
dentro el lineamiento del saludo educado
Esconde la mirada
Masculla lo necesario,
metálico e incomprensivo
Se da la media vuelta,
mundo aparte
II
Su silencio me marca la
orden de restricción
Su semblante desaprueba
El delito de mis dudas,
mis llamadas desviadas
La exploración de otros
cuerpos
El despojo de mi
inocencia
Mis arrebatos injustificados
Mi sonrisa pendeja
La culpa ha escarmentado
A la niña traviesa
Que de puntitas intenta
tocar el sol
III
La promesa suspendida
Ha marcado una pauta
IV
Un recuerdo a medias
V
Una historia suspendida
En la explosiva energía
de tus rencores
La fuerza comprimida de
las frases incompletas
Y pura cobardía
Nos rendimos
A distintos tiempos
Descoordinados
VI
Te has amurallado
A mis días ausentes
Que tomas prestados
Te enervas en reclamos
A veces a gritos, cuando
nadie más puede oírnos
Esas raras ocasiones en
las que terminamos solos
En las que fueron
nuestras cuatro paredes
Donde por fin sedes
A lo que somos y aún
callamos
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